La demanda de carbonato de litio se ha disparado por el fuerte crecimiento de la fabricación de vehículos eléctricos en Estados Unidos, Europa y China. En los últimos doce meses, este metal ha multiplicado por seis su valor. La cuestión es que una batería de 50 kWh necesita nada menos que ocho kilogramos de litio, como indica motorpasión.com, que alerta sobre el consumo de dos millones de litros de agua por cada tonelada de litio que se extrae.
Es un metal que se encuentra en zonas muy localizadas en el mundo, como China, el Desierto de Atacama en Chile, Bolivia y Argentina. España cuenta con el segundo mayor yacimiento de Europa, en San José de Valdeflórez, en Cáceres. China es el mayor demandante de litio del mundo, a pesar de que es el mayor productor. Pero conforme este país incrementa su producción de coches, se produce el fuerte crecimiento del precio de este metal.
“A medida que aumente la proporción de automóviles eléctricos, aumentará la demanda de litio; por lo tanto, la sabiduría convencional sugeriría que los precios del litio se mantendrán elevados hasta que la industria de las baterías desarrolle nuevos proyectos mineros para expandir la producción”, señalan desde ZeroHedge.
Un informe de Bloomberg New Energy Finance indica que las ventas de vehículos eléctricos durante el pasado año habrían alcanzado los 5,6 millones de unidades en todo el mundo, lo que sugiere que al término del ejercicio habrán superado los seis millones. En 2020 se registraron 3,1 millones de coches vendidos y en 2019 la cifra sólo alcanzó los dos millones.
Demanda disparada
Según este informe, hay en circulación 13 millones de coches eléctricos, pero las previsiones de este departamento de la agencia internacional es que en dentro de dos años se alcanzarán los 677 vehículos eléctricos puros y de pila de combustible.
“La principal razón para este aumento exponencial de las previsiones se debe a la reducción de costes del sector, a la considerable expansión de la infraestructura de recarga y, sobre todo, al aumento de la autonomía de este tipo de vehículos”, aseguran en motor1.com.
“Ya sabemos que, en Europa, las autoridades han anunciado la prohibición a la venta de coches con motor de combustión para el año 2035, por lo que dentro de apenas 10 años, los eléctricos deberían suponer ya más del 80% de las ventas de automóviles en el Viejo Continente”.
Otra cuestión es que la industria pueda satisfacer la demanda de materiales necesario para esta ingente cantidad de vehículos. Ya no se trata solo de una cuestión de logística, sino de si se van a poder explotar los yacimientos en el mundo a la velocidad que necesita la transformación tecnológica. Y que haya suficiente materia prima.