El grupo asegurador ha justificado esta confianza con una ratio de solvencia al cierre del trimestre del 216,8 %. Aunque este dato está ligeramente por debajo del trimestre anterior se mantiene por encima de la media de los últimos doce meses y dentro del objetivo fijado por el grupo en el 200 % con una tolerancia de 25 puntos.
Este es uno de los principales indicadores financieros en el sector asegurador pues refleja el patrimonio neto y libre de compromisos previsibles con el que las entidades garantizan económicamente las responsabilidades adquiridas con sus clientes y el interés asegurable en los seguros.
La ratio mantiene así una gran solidez y estabilidad, soportado por una alta diversificación y estrictas políticas de inversión y gestión de activos y pasivos. Un reflejo de la solidez y fiabilidad de la compañía. De hecho, los fondos propios admisibles alcanzaron 9.836 millones de euros, la cifra más alta del año, de los cuales 84% son fondos de elevada calidad (Nivel 1).
En este contexto, la acción de Mapfre se ha situado en puertas de sus máximos anuales de mediados de febrero a cerca de 1,92 euros que se ha convertido en su principal resistencia en la actualidad. De superar esta cota volvería a sus mejores niveles desde la pandemia, pero sobre los 2 euros encuentra una intensa zona de congestión que será difícil de superar a corto plazo.