Las sanciones a Rusia han provocado un recorte de la exportación de Rusia de destilados medios a Europa generando una contracción en la oferta que estaría impulsando el repunte de los márgenes de refino muy por encima de lo que cabría esperar en un principio.
En el primer trimestre, ha subido en cerca de siete dólares por encima de lo previsto. Eso está llevando al sector a alcanzar unos resultados nunca vistos desde la crisis de 2008. En el caso de Repsol, estos niveles se encuentran por encima de los 4 dólares estimados en su guía.
Todo ello ayudará a fortalecer el balance de la compañía, contrarrestando además el posible impacto negativos del incremento del coste de la energía y los problemas de abastecimiento. En estas condiciones, casi todas las grandes casas de análisis se están mostrando muy positivas con la petrolera, más allá incluso del proceso de transformación energética que venía acometiendo.
Entre las últimas firmas en recomendar compra se ha situado Barclays tras elevar su precio objetivo hasta los 14,5 euros por acción. Entre las más optimistas, sin embargo, se encuentran Goldman Sachs o Deustche Bank con valoraciones en torno a los 16 euros por acción, lo cual implica un potencial de subida por encima del 15%.
Las acciones de Repsol cotizan en 13,5 euros por acción, zona de máximos absolutos, con un alza acumulada del 32% en lo que va de año. Esta revalorización sitúa a la energética que dirigen Antonio Brufau y Yosu Imaz como el mejor valor del Ibex por encima de CaixaBank o Banco Sabadell que hasta ahora habían llevado la voz cantante en el selectivo.