Algo que parecen confirmar los analistas de Jefferies. Los analistas de la firma estadounidense han elevado recientemente su estimación de precio objetivo sobre la cadena hotelera hasta los 9 euros por acción. Eso supone un potencial alcista de más del 20% desde su cotización actual.
Algo más moderados se han mostrado los expertos de Deutsche Bank que ven al valor en los 8,5 euros por acción. Y eso, que la acción ya acumula una revalorización de más del 30% en el año y roza ya los 8 euros, máximo del año y su nivel más alto desde enero de 2020. Y lo mejor de todo, con una clara una trayectoria ascendente.
Un impulso conseguido gracias a la favorable evolución de la ocupación, mayor de la prevista en la recta final del año pasado, junto a la reducción de los gastos generales. Factores que se prevén hayan ido a mejor en esta primera parte del año.
Con vistas al futuro, el grupo debe seguir recogiendo, además, según los expertos, las ventas de activos y la revalorización de la cartera. Entre sus principales obstáculos, sin embargo, la cadena hotelera deberá hacer frente a la fuerte presión inflacionista, que en cierta medida podrá derivar hacia el cliente, y a la fuerte competencia de países como Grecia por la captación del turismo europeo.