Es un momento de riesgo, como advierte el Banco de España. Según su último informe de Estabilidad financiera, la combinación en el corto plazo de una mayor inflación y un aumento de los tipos de interés, podrían mermar la capacidad de pago.
El supervisor estima que existen deterioros latentes en los créditos concedidos por el sector que pueden concretarse en los próximos meses. Tiene unos 94.000 millones de euros en vigilancia especial, que supone un aumento de un 14,3% en el último trimestre de 2021. La Autoridad Bancaria Europea también lanzó una señal de alerta similar al presentar su informe anual.
Con estos antecedentes, Europa trata de acelerar los trabajos para que las consecuencias de las crisis financieras las paguen los particulares y no los Estados miembros y el presupuesto comunitario.
Así lo acordaban el Consejo y el Parlamento Europeo el pasado día 28. Se conoce en la jerga comunitaria como ´Daysi Chain´ que mejora la resolubilidad de una entidad bancaria cuando esta entre en crisis.
En teoría debería acabar con las desventajas de unos países frente a otros, siempre que se llegue al acuerdo final para progresar en la unión bancaria, pues las nuevas normas serán iguales para todos los bancos de la zona euro.
Estas normas exigirán que los bancos asuman riesgos calculados y que los bancos en dificultades puedan ser objeto de resolución de manera ordenada, teniendo el menor impacto posible en la economía real y las finanzas públicas.
Decisiones técnicas
Aunque las decisiones son muy técnicas van a tener un efecto muy directo sobre los intereses generales del sector financiero, así como sobre los clientes y los accionistas. Si bien estos parezcan estar ajenos a este debate tan especializado del consejo de asuntos económicos y financieros de la UE del próximo martes.
La nueva propuesta detallada la presentará el presidente del Eurogrupo, el ministro de Finanzas irlandés, Paschal Donohoe quien está convencido de que su propuesta es fundamental para reforzar en la práctica el sector financiero de la UE.
Donohoe defiende su propuesto porque va a mejorar la competitividad europea, va a reforzar su papel en el mundo y debe servir para financiar la transición hacia una economía más ecológica y más digital. De paso debe aumentar la capacidad de respuesta y la protección de contribuyentes y depositantes.
Por ello quiere introducir un calendario concreto con el que impulsar la pata de la unión bancaria a la Unión Monetaria, al haber desaparecido las resistencias de los países frugales.
Diferentes soluciones
El proyecto debe zanjar el escepticismo de los contribuyentes europeos, agudizado con casos como el de la liquidación de los bancos italianos Veneto Banca y Popolare de Vicenza, que se cerraron con dinero público, frente a lo que sucedió con la liquidación del Popular, cuyas pérdidas se cargaron sobre los accionistas y bonistas. Era el modelo que tendría que haberse seguido.
La diferente solución a uno y otro caso sigue siendo uno de los argumentos de los juristas en los tribunales por el caso del Popular. Aunque la Comisión Europea defendió que las reglas aplicadas en el ´caso Veneto Banca y Popolare de Vicenza´ estaba completamente en línea con el marco legal vigente tras la crisis financiera, los juristas mantienen que existió discriminación.
Bruselas facilitó el 26 de junio del 2017 que Italia inyectara 17.000 millones de euros de los contribuyentes, para rescatar la deuda de mayor calidad de las dos entidades. Según la Comisión, esas ayudas de Estado no distorsionaban la competencia al desaparecer las dos entidades. Aunque quien recibía el dinero era uno de los grandes de la banca italiana, Intesa, quien se encargó de evitar quitas a los bonistas de mayor calidad.
Fue lo que se denominó la fórmula a la italiana, gracias a la capacidad de influencia que siempre ha tenido Roma en las instituciones comunitarias.
Guindos, que días antes, 7 junio de 2017, había asumido una decisión completamente distinta para el Popular tuvo que salir a defender las diferencias entre uno y otro caso. Según el entonces ministro de Economía español, el rescate a los dos bancos italianos era un caso absolutamente diferente al del Banco Popular, pues lo que hacía Italia fue lo que hizo España en el 2012, inyectar dinero público, reestructurarse y sanear el sistema financiero.
Además de las razones esgrimidas por el presidente del Eurogrupo para avanzar en la unión bancaria, la misma debe servir para estandarizar el trato dado a la resolución de instituciones en crisis. Bruselas no puede seguir actuando forzada por la mayor o menor capacidad de lobby de un país.