Monitor de Innovación

Imita las reac­ciones na­tu­rales de la fo­to­sín­tesis para ex­traer el gas de forma 10 veces más efi­ciente

Una nueva tecnología revoluciona la producción de hidrógeno

Posee un enorme po­ten­cial ener­gé­tico y de al­ma­ce­na­miento, con nu­me­rosas apli­ca­ciones prác­ticas

Hidrógeno verde.
Hidrógeno verde.

No pasa un día en el que el gé­nero hu­mano in­vente algo nuevo y con­vierte las ame­nazas del fu­turo en so­lu­ciones es­pe­ran­za­do­ras. Un grupo de in­ves­ti­ga­dores de la Universidad de Michigan (EEUU) ha gri­tado un 'Eureka' que po­dría su­marse a la inaca­bable lista de des­cu­bri­mientos cien­tí­ficos re­vo­lu­cio­na­rios que llenan los sueños del fu­turo en estos días. Se trata de un mé­todo de ge­ne­ra­ción de hi­dró­geno que, pro­cla­man, es 10 veces más efi­ciente que las al­ter­na­tivas ac­tua­les.

El hidrógeno, gas abundante tanto en la Tierra como en el Universo, es desde hace tiempo una de las grandes esperanzas de quienes trabajan en un porvenir de energía accesible y limpia. El potencial de este material para servir de combustible 'verde' es sólo una de sus posibles aplicaciones, ya que su generalización conllevaría además un sinfín de beneficios en campos como la agricultura, la climatización, el almacenaje energético o el transporte, entre otros muchos.

Sin embargo, y paradójicamente, producir hidrógeno a gran escala con los medios actuales -principalmente extracción térmica e hidrólisis- es caro, y además precisa el uso de los mismos combustibles fósiles que está llamado a sustituir. Esta incongruencia es lo que los padres del nuevo avance se proponen cambiar.

Imitando a las plantas

El invento alumbrado por las mentes de la Universidad de Michigan consiste en un nuevo panel solar capaz de imitar el proceso de fotosíntesis de las plantas, mediante el que convierten la luz solar en energía.

Durante la fotosíntesis, se separa el oxígeno y el hidrógeno del agua. Esta transformación es la que ha conseguido replicarse en el laboratorio, según sus creadores, con un 9% de eficacia. La clave se encuentra en un catalizador de nueva generación que combina nanoestructuras de nitruro de indio y galio, cultivadas sobre una superficie de silicio. La capa resultante captura la luz, para acto seguido activar la reacción que divide las moléculas.

Lo verdaderamente rompedor, aseguran los investigadores, es la reducción de costes que permite el sistema, y que se ha podido conseguir reduciendo 100 veces el tamaño del semiconductor utilizado.

El siguiente paso pasa por incrementar aún más la eficiencia del proceso y canalizar el hidrógeno obtenido hacia baterías conductoras que puedan utilizarse como fuentes de energía.

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