Un dolor de cabeza que en el Reino Unido encuentra soluciones tan ingeniosas como la hipoteca 'offset' o compensada.
Las estrecheces que cientos de miles de hogares de las islas están viviendo le son más que familiares al público español. En la actualidad, hay más de 770.000 viviendas hipotecadas en el Reino Unido que presentan un serio riesgo de impago, según los datos que maneja la FCA (siglas de 'Financial Conduct Authority', o Autoridad de Conducta Financiera, en español).
Esta organización ha dado muestras de su elevado nivel de alarma través de una carta al comité del Tesoro del Parlamento británico, alertando que 200.000 hogares ya registran algún tipo de atraso en el pago de sus cuotas y otros 570.000 se encuentran en "riesgo de déficit de pago". El motivo es muy claro y se resume en una cifra: 30%, que es el porcentaje del total de sus ingresos que se tragará la hipoteca en los próximos dos años.
Si se consuma el peor de los escenarios, Londres se encontrará con una mora del 9% del total del mercado, agravada por una inflación desbocada que desborda con creces el crecimiento de los salarios.
La fórmula conocida
En medio de esta vorágine, las entidades financieras británicas han recuperado un producto que ya hizo furor en la primera década del siglo XXI: las hipotecas 'offset', llamadas en Castellano hipotecas compensadas.
El mercado ha echado mano de esta fórmula para dar oxígeno a los usuarios y reducir el peligro de un estallido de morosidad, aunque, paradójicamente, en sus inicios era una propuesta a medida de los más pudientes.
Al vincularse a una hipoteca 'offset, el usuario no paga un tipo de interés aplicado al total del préstamo, sino a la cantidad resultante de restar a ese total el saldo acumulado en las cuentas y depósitos de la misma entidad. Esto permite una sensible disminución de la cuota, pero como contrapartida el rendimiento económico de los depósitos y cuentas de ahorro del cliente se paraliza mientras dure la hipoteca.
Los préstamos hipotecarios compensados son un ejemplo de producto financiero diseñado para élites que encuentra un nicho en la clase media azotada por el aumento de los precios y la incertidumbre.