Esta medida está prevista en la reforma de la normativa farmacéutica europea, a la que aún queda mucho camino, ya que según los pronósticos estará lista el próximo año. Lo que se plantea es trasladar toda la información sobre los fármacos desde el formato físico al digital, a través de módulos de datos que, en principio, bien podrían ser los conocidos códigos QR o un ingenio similar.
Los códigos QR, evolución de los códigos de barras, funcionan como un patrón visual que puede ser leído por 'smartphones' u otros dispositivos con cámara. La correcta lectura del mismo conduce a una matriz de información que puede ser una página web, un correo electrónico, etc. Los QR ya se han generalizado en ámbitos como la hostelería -especialmente desde la pandemia- y, vistos los buenos resultados, el Ejecutivo comunitario se ha fijado en ellos como herramienta para la transformación digital de los productos farmacéuticos.
Olvidados por la revolución digital
La reforma auspiciada por la Comisión se apoya en las ventajas en sostenibilidad, ahorro energético y simplificación logística, además de otros beneficios como la inmediatez de las actualizaciones y correcciones. Sin embargo, y dado el carácter universal del mercado de los fármacos, hay obstáculos que dificultan su implantación, especialmente entre la población más vulnerable y ajena a la revolución tecnológica.
Éste es el motivo por el que el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos aplaude la inclusión de códigos QR, pero rechaza frontalmente la exclusión de los prospectos en papel de los medicamentos.
Carlos Fernández Moriano, responsable del área de divulgación científica del Consejo, ha argumentado en declaraciones a la prensa nacional que la transformación a formato electrónico "sólo puede ser una alternativa como complemento al prospecto porque la mayor parte de los pacientes tienen edad avanzada y están polimedicados, por lo que podría haber problemas de acceso a la información".
La reforma normativa prevé que sean los distintos estados miembros, según su nivel de desarrollo digital, quienes establezcan el calendario de integración de los códigos digitales en los fármacos. En el caso de España, se está realizando actualmente una prueba piloto restringida a los medicamentos de uso hospitalario.